Compromiso con Vázquez Padín


 Siempre creemos que lo exótico habita en parajes lejanos.

Lamentablemente, y aunque hemos experimentado avances, el "liberalismo genuino" continúa siendo "ave raris" en Galicia; en general en toda España. 

Tras el colapso del Centro Democrático Liberal, me retiré de la política con el convencimiento de que jamás volvería a participar en un proyecto de esta índole.

Pero tan  lejos, tan cerca. El alma mater del único partido liberal superviviente de Galicia reside a menos de 300 metros de mi casa. 

Pero para un cosmogónico político como yo no sólo importa el relato homérico sino los dioses que juegan con la arcilla y el hombre sometido a los caprichos de aquellos.  

Y ese hombre en Tuy es Carlos Vázquez Padín.

En septiembre de 2017, en plenas negociaciones de la futura moción de censura que lo catapultaría a la alcaldía, él me preguntó qué opinaba yo sobre la "operación". El líder de Converxencia 21 partía del convencimiento de que su mandato era una oportunidad histórica para Tuy y tangencialmente para el liberalismo. 

Yo, aunque nada le comenté, pensé que el "fenómeno Vázquez Padín", además, podía generar un ensayo sociológico-político inédito en España, tan disruptivo como el de Harold Lasswell en el pequeño town "New Haven" (Connecticutt), aquel de las teorías politológicas conductistas.   

Aunque fuera desde una posición exógena no me podía resistir a involucrarme; se conjugaban tres elementos muy atractivos: 1) Tuy prosperaría, 2) El liberalismo refulgiría y 3) La politología tendría bajo su mandato ese deseado objeto de estudio.

En octubre se formalizó la susodicha moción. Padín, con enorme astucia y persistencia, había forzado una "maniobra Borgen" de ciencia ficción, asumiendo la alcaldía. Por cierto, con gran frustración para la izquierda. 

Transcurridos unos meses, me convidó a una conferencia del Club Liberal y en la cena posterior me permití apostillar algunas observaciones sobre el porvenir de su amalgamado gobierno. Parece que le interesaron dichas consideraciones porque empezó a requerirme consejo respecto de los sucesivos avatares generados durante su mandato. A tal efecto siempre apelamos a la estrategia analítica; ¡y considero que en general salimos muy airosos¡

Una tarde de mayo las ventanas de mi apartamento se estremecieron y comenzó la pesadilla de Paramos. Tras la conmoción pensé: "Este Borger - Padín puede no llegar a resolver esta crisis, para salir indemne de las derivaciones de una tragedia de tal envergadura hace falta tener corazón". 

En realidad yo no conocía al ser humano Vázquez Padín. ¿Habría detrás un Carlos?, ¿un ente sensible?

Pasada una semana de la deflagración despejé mis dudas, una persona incondicionalmente humana se alojaba bajo aquel político alto y aparentemente distante. 

Creo que sólo yo conozco los entresijos de sus desvelos por los afectados. ¡Carlos no dormía¡ Me ofenden ciertos comentarios injustos sobre su persona y sus acciones, como que ha mareado la perdiz con el desescombro o que es un payaso por llevar un saco de escombro a Madrid. 

Creo que entiendo algo sobre relaciones institucionales y la deslealtad del Gobierno Central en este asunto ha sido manifiesta. El saco se planteó como un electroshock al Ministerio. "Entre los dos articulamos esa idea". Resultados, importantísimos medios nacionales haciéndose eco de la protesta y, como no, carta inmediata del Ministerio reconociendo su responsabilidad en el pago de los daños producidos por la explosión.  

Los hechos son incontestables, a día de hoy el desescombro está en marcha, las ayudas concedidas, la pirotecnia de Baldráns demolida. El Sr. Padín ha dictado y ejecutado las órdenes administrativas, y acatado, e incluso agradecido, las sentencias judiciales. Así se comporta un "Hombre de Estado", un "Ciudadano de Pro".    

Pero es que además los logros de su gestión municipal son incuestionables. A pesar de llevar solamente año y medio en ejercicio, con una aritmética endemoniada, con un equipo abigarrado y con la tragedia de Paramos a las espaldas, Padín ha puesto Tuy on fire (en linea de fuego). Apertura de la calle Ourense, una aspiración eterna en la que todos sus antecesores habían sucumbido, (el Área Panorámica semeja Ciudad Ideal de Piero De La Francesca), el Palco de la Música que ha pasado de almacén de cervezas a joya arquitectónica, el traslado y remodelación de los juzgados, el plan promotor de turismo, la señalización de "ruas" en parroquias, el mantenimiento de parques y jardines, su estricto control presupuestario. 

También ha tratado de mejorar departamentos como Urbanismo pero ha sido objeto de  obstruccionismo por parte de la oposición. 

Su ideología ha evolucionado admirablemente. Es un político versátil, capaz de cuadrarse como un monarca en el Desfile del 12 de Octubre y de presentarse como un insurgente bajo una tienda de campaña ante la Subdelegación. No teme a nadie, no tiene jefes, no mamandruquea procurando un ascenso o una palmadita en la espalda.

Carlos Vázquez Padín es un outsider, o quizás un insider; sale o entra del sistema en virtud exclusivamente de los intereses de la ciudadanía. No es perfecto, tiene defectos, pero los corrige vertiginosamente, su capacidad para escuchar y su preparación imprimen gran ritmo a su progresión política.

Él sabe que dichas aptitudes le están otorgando grandes oportunidades a un Tuy que decaía inexorablemente, a un Tuy que necesita una inyección de algo diferente. Su legislatura es un nuevo amanecer.

Ya tiene aval: "un año y medio de logros, no paremos aquí".      

José Manuel Palacín Y Rguez (Enero de 2019)

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